La investigadora Sara Pott Herrera retoma textos de Sor Juana Inés de la Cruz y ubica a la poeta como una defensora de los derechos de las mujeres.
Fragmento de la carta de Sor Juana a Sor Filotea de la Cruz: "¡Oh, cuántos daños se excusarán en nuestra República si las ancianas fueran doctas como Leta, y que supieran enseñar como manda San Pablo, y mi padre San Jerónimo! Y no, que por defecto de esto y la suma flojedad en que han dado en dejar a las pobres mujeres, si algunos padres desean doctrinar más de lo ordinario a sus hijas, les fuerza la necesidad y falta de ancianas sabias a llevar maestros hombres a enseñar a leer, escribir y contar, a tocar y otras habilidades, de que no pocos daños resultan, como se experimentan cada día en lastimosos ejemplos de desiguales consorcios: porque con la inmediación del trato y la comunicación del tiempo suele hacerse fácil lo que no se pensó ser posible. Por lo cual muchos quieren más dejar bárbaras e incultas a sus hijas, que no exponerlas a tan notorio peligro como la familiaridad con los hombres, lo cual se excusara si hubiera ancianas doctas..."
La investigadora Sara Pott Herrera retoma textos de Sor Juana Inés de la Cruz y ubica a la poeta como una defensora de los derechos de las mujeres.
Fragmento de la carta de Sor Juana a Sor Filotea de la Cruz: "¡Oh, cuántos daños se excusarán en nuestra República si las ancianas fueran doctas como Leta, y que supieran enseñar como manda San Pablo, y mi padre San Jerónimo! Y no, que por defecto de esto y la suma flojedad en que han dado en dejar a las pobres mujeres, si algunos padres desean doctrinar más de lo ordinario a sus hijas, les fuerza la necesidad y falta de ancianas sabias a llevar maestros hombres a enseñar a leer, escribir y contar, a tocar y otras habilidades, de que no pocos daños resultan, como se experimentan cada día en lastimosos ejemplos de desiguales consorcios: porque con la inmediación del trato y la comunicación del tiempo suele hacerse fácil lo que no se pensó ser posible. Por lo cual muchos quieren más dejar bárbaras e incultas a sus hijas, que no exponerlas a tan notorio peligro como la familiaridad con los hombres, lo cual se excusara si hubiera ancianas doctas..."